Sintética-mente



El viento ausente, 
la palmera imperturbable, 
el mar casi en paz consigo mismo.








Sos como una carabela
navegando en mi pecho;
agitando mis mares,
dividiendo mi cielo;
salvando del naufragio,
una vez más, al amor.






Abro las ventanas,
la casa respira.
pongo música,
 baila el alma.
Qué más...?







A eso de las once y veinte,
la luna se hamaca
sobre su espalda redonda
para mecer mis sueños.
Así es como despierto.







 
Sobre las crines de un caballo alado
volaré muy lejos de la razón
para rendirme a los pies del temor
el que supo ser mi mejor maestro.








No puedes escribir una flor.
Pero sí llenar
todo el cuarto de luz,
con sólo mirarla.




  
El dolor llegó para todos
a algunos los azotó, a otros los despertó
¿llegó tarde?, ¿llegó a tiempo?
¿para qué?






El amor era como una habitación,
con una puerta muy estrecha,
para poder entrar,
tuve que hacerme muy pequeña.






  En la piedad del árbol
cobijaré mi risa herida de amor,
para decir perdón.







En medio de la tormenta,
allí estaba yo,
observándola.








No jugaba con las hojas.
Sentía que las hojas y ella,
eran una misma cosa.








Y así fue que continúe buscando la verdad,
hasta que la hallé escondida,
delante de mis ojos.








Hoy encontré la tecla capaz de desarmar toda mi estructura.
Hoy hallé una de las puertas que conducen hasta mí.









Cuál será tu secreto?
Por qué rompen olas en mi pecho?








  En los días grises como el de hoy,
elijo, el aroma de las flores.








En el jardín, y a la vista de todos,
estaba escondido el secreto.







Hoy, al recordar tu canción, me pregunto:
¿Dónde empieza y termina el sonido?






La sociedad que estaba en mí,
ahora está en su lugar.






Siembro, espero, cosecho.
Y vuelvo a empezar.





 Mi nombre es un silencio,
el primero de todos.





 De sus manos de pincel,
emigraban aves del papel.






 
 De su boca de aire y fuego
partían las aves trinando.






 
En los momentos de mayor adversidad,
de su violín se oían las mejores melodías.






 
 Por lo general, el centro de las cosas,
no está en el centro de las cosas.






 
 El reloj se detuvo para decirme:
es tiempo de hacer algo.





No lo olvides...